A raíz del texto anterior, me llegaron comentarios de amigos y conocidos sobre sus experiencias (mayoritariamente negativas). Para quienes aún defienden la supuesta ayuda de las novatadas en "integrar", olvidándose de las diferentes sensibilidades que cada cual tiene derecho a tener, reproduzco el fragmento de un correo donde un antiguo universitario se expresa así:
"De vez en cuando voy leyendo tu blog, como tu última reflexión, muy acertada, sobre las novatadas, que comparto totalmente. Como anécdota te contaré que a raiz de esos tiempos de novatadas en el (suprimo por vergüenza el nombre del Colegio Mayor), de la tensión de tener que pasar toda la noche con la puerta sin la cerradura echada, en una habitación doble, presa fácil de los veteranos, me empezó una epilepsia que todavía tengo, aunque de una forma muy leve, pero tengo que estar tomando una pastilla diaria de por vida desde entonces. Nada del otro mundo, pero estoy convencido de que el desencadenante de esa enfermedad fueron las novatadas."
Y era un chico normal y corriente, que fue un buen colegial. Sin comentario.
"De vez en cuando voy leyendo tu blog, como tu última reflexión, muy acertada, sobre las novatadas, que comparto totalmente. Como anécdota te contaré que a raiz de esos tiempos de novatadas en el (suprimo por vergüenza el nombre del Colegio Mayor), de la tensión de tener que pasar toda la noche con la puerta sin la cerradura echada, en una habitación doble, presa fácil de los veteranos, me empezó una epilepsia que todavía tengo, aunque de una forma muy leve, pero tengo que estar tomando una pastilla diaria de por vida desde entonces. Nada del otro mundo, pero estoy convencido de que el desencadenante de esa enfermedad fueron las novatadas."
Y era un chico normal y corriente, que fue un buen colegial. Sin comentario.
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