La palabra Navidad significa “nacimiento” y es una palabra
que siempre nos trae alegría: algo nuevo viene a la vida reclamando su sitio:
Un ser humano, un animal, una planta, tal vez una estrella. Hay doctores,
comadronas y enfermeras, que confiesan emocionarse asistiendo a un parto en el
que un bebé aparece pidiendo paso. En Navidad celebramos el recuerdo del
nacimiento de Jesús. Nunca antes se había acercado tanto Dios a los hombres. Les había hablado a través de profetas. Pero con Jesús, Dios les habla como padre a
través de quien Él ha elegido como Hijo. Por eso, en la Biblia, se nombra a
Jesús como el “Emmanuel”, palabra hebrea que significa “Dios está entre
nosotros”.
Y la pregunta es: si Dios está entre nosotros, ¿qué pensará de
nuestras navidades? Porque, una vez venido Jesús al mundo, mirando a cómo se
desarrolló su vida y su muerte entre los más desfavorecidos, sabemos que Dios
está entre ellos: los refugiados, los abandonados, los enfermos, los pobres,
los rechazados, no en las galerías de grandes almacenes ni en las pistas de
trepidantes discotecas. Si Dios se hizo hombre fue para que nosotros nos
volviéramos más humanos. Os deseo una “humanísima” Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario