SAMARKANDA

SAMARKANDA
Bienvenido al karavansar. No por casualidad he llamado así a mi blog, puesto que en alguna lengua de Oriente se llama de este modo a la posada, la pensión, la fonda, donde descansar antes de seguir el camino. Decir que la vida es un tránsito no es descubrir América (que también se hizo en un tránsito, pero por mar), pues ya muchos autores lo expresaron. Pero sí quiero señalar la provisionalidad, el azar, la hospitalidad, el descanso, la cercanía que produce "pasar" por un sitio desconocido a algo más seguro, que es el fin del viaje. Desde Jorge Manrique hasta Antonio Machado se ha plasmado la imagen del hombre como viajero. Y este blog pretende que nos encontremos, "ligeros de equipaje", en esta parada y fonda virtual, que no virtuosa. Hasta pronto.

miércoles, 8 de junio de 2011

CUATRO COMETAS







El día 8 de junio, a las 8 de la tarde, he realizado la lectura de una selección de mis poemas, en el Café Libertad 8, situado en la calle y número del mismo nombre, en Madrid. Jaime Alejandre, escritor y coordinador del ciclo hizo una cariñosa y desmesurada presentación de mí, con esa generosidad y talento que él pone siempre en aquello que quiere. A la misma hora, en la COPE, Luis Alberto de Cuenca leía un soneto mío en el programa "La linterna". Entre los poemas seleccionados, leí en último lugar el más reciente, Cuatro cometas, en recuerdo de esos cuatro jóvenes que, en distintos lugares y tiempos, nos fueron arrebatados en accidentes. Eran cuatro soles del universo universitario del Colegio Mayor Elías Ahuja, donde yo los había admitido, los traté, los quise... y su ida ha dejó un hueco irrellenable en mi corazón. Transcribo en este blog el poema para ver si mi desconsuelo se mitiga al compartirlo.







CUATRO COMETAS






In memoriam







Qué le respondo al sol si me pregunta


por sus cuatro cometas de parchís,


aquellas cuatro risas voladoras:


glauca, turquesa, verde y escarlata.


Le puedo responder que un dios jupiterino


precisaba coperos,


pero no sé si admite mentiras de trabajo temporal.



Hoy la verdad es un espejo roto


y el mío me devuelve cuatro ausencias.


Le diré que el narciso


pereció sobre nieve,


dejando su chaqueta colgada de un carámbano.


Le puedo argumentar


que a un río lo llamaban Carlos


pero también a la amapola humilde


que dejó sangre entre los surcos secos.


Tal vez, con disimulo,


resuelva la cuestión sobre los tréboles


con que Javier vestía de esperanza el mundo


o los silencios de Daniel, azules


pensamientos,


mientras corre veloz camino de su muerte.


Habré de responder al sol si me pregunta


que mis labios quedaron cosidos para siempre


y mis ojos contemplan


cómo tiran del carro de la luna cuatro alazanes blancos


en las noches anónimas.








1 comentario:

  1. Yo,
    como en la vieja usanza,
    amante de los versos musicales
    y preso de las rimas asonantes
    en raudas cataratas;
    yo,
    pegado al soniquete
    del viejo romancero de las ágoras
    do suenan epopeyas y baladas
    que del misterio advierten;
    yo,
    ignaro de las artes del poeta,
    encuentro en esta pieza que leíste
    un ritmo, un tintineo, una cadencia...
    un sacrosanto tinte
    de resonancia homérica
    que porta en su articulación flexible
    el íntimo sentir hecho presencia
    con halo inextinguible:
    tu dolencia.
    Me gustan esos versos, me deleitan.

    Perdóname este exceso
    y admíteme un abrazo
    de felicitación sincera.

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