He tenido que acceder a la reiterada invitación del escritor Jaime Alejandre (ex-alumno y sin embargo, amigo) para leer unos poemas míos en su ciclo de recitales en el café Libertad 8 de Madrid. Había aplazado mi compromiso, pero los aplazamientos traen consigo que el tiempo corre y llega la nueva fecha. Así que me dije: "adelante con los faroles y que sea lo que Dios quiera". También me daba cierto apuro que se editara el librito que va adjunto al recital para que los fieles del ciclo "HAZVERSIDADES" (un título muy de Jaime Alejandre) me tengan a mí como un estrambote de bisutería entre tanto oro y platino. El día 8 de junio, a las 8 de la tarde, en el café Libertad 8, de la calle y número como su nombre indica, acudí con mi carpetilla y leí como pude en un estrado ante un montón de personas, varios poetas que admiro y algún joven del que, pasado el tiempo, oireis hablar si no se malogra: Agustín Ostos. Espero que no sea abducido por otras seducciones y siga formándose, viajando y escribiendo. Allí leí en último lugar el poema "CUATRO COMETAS", que estrené esa tarde aunque ya había aparecido en el comentario anterior de este blog.
Jaime Alejandre, vestido de beduino como puede percibirse en la foto, hizo una entrañable y desmesurada presentación mía. Ya se sabe que Jaime es así. Como dicen ahora, "se pasó tres pueblos" en elogios y en tiempo. Me había comentado que tardaría tres minutos y se entretuvo por lo menos quince en mi exaltación.
Sentí una sensación extraña. Nunca me ha gustado releer lo que escribo. Y menos aún en público. Mis propios textos me producen enorme aburrimiento. Todavía más cuando se trata de versos escritos hace tiempo y, para mayor inri, delante de un público. Pero, aparte de varios poetas de prestigio (algunos me felicitaron después, supongo que sinceramente y no obligados por la cortesía), el público era "adicto", o sea, amigo. Y aplaudieron con cariño. Después firmé ejemplares, nos tomamos en pequeño grupo unas tapas con varios jóvenes amigos y me volví a casa. Juan Carlos Pérez de la Fuente, que había estado al principio, no pudo quedarse porque participaba a esa hora en la sección de un programa de la COPE que lleva Luis Alberto de Cuenca. Y uno y otro tuvieron la gentileza de dedicarme varias "flores" en las ondas. Quienes me animan a publicar el libro inédito Interior bodega ignoran que yo quiero dejarlo inédito. Por el momento me interesa más la prosa. Mi autocrítica me dice que es mejor así.
Sentí una sensación extraña. Nunca me ha gustado releer lo que escribo. Y menos aún en público. Mis propios textos me producen enorme aburrimiento. Todavía más cuando se trata de versos escritos hace tiempo y, para mayor inri, delante de un público. Pero, aparte de varios poetas de prestigio (algunos me felicitaron después, supongo que sinceramente y no obligados por la cortesía), el público era "adicto", o sea, amigo. Y aplaudieron con cariño. Después firmé ejemplares, nos tomamos en pequeño grupo unas tapas con varios jóvenes amigos y me volví a casa. Juan Carlos Pérez de la Fuente, que había estado al principio, no pudo quedarse porque participaba a esa hora en la sección de un programa de la COPE que lleva Luis Alberto de Cuenca. Y uno y otro tuvieron la gentileza de dedicarme varias "flores" en las ondas. Quienes me animan a publicar el libro inédito Interior bodega ignoran que yo quiero dejarlo inédito. Por el momento me interesa más la prosa. Mi autocrítica me dice que es mejor así.
No pude acudir, pero seguro que hay otras oportunidades. Aunque la conjunción de tus poemas, tu camisa y el beduíno en la calle Libertad debió de ser de apoteosis.
ResponderEliminarEsta misma tarde, en la feria del libro, he comprado tu cuaderno musulmán...
Más que alagado me siento al leer tus palabras, José María. Intentaré hacer todo lo que esté en mi mano para intentar "bienlograrme". Gracias por incluirme en la entrada.
ResponderEliminarCon gran afecto, un polizón más de tiovivos.