Este relato apareció por primera vez en la revista "BUEN HUMOR" en los últimos días del año 1923. José López Rubio contaba veinte años justos cumplidos el día 13 de diciembre. Se trata, pues, de un relato muy juvenil en la misma línea que había firmado otros en dicha publicación como colaborador. En su calidad de secretario de redacción, abrió las puertas a sus nuevos amigos Edgar Neville y Enrique Jardiel Poncela, al tiempo que conocía a dos dibujantes extraordinarios: TONO (Antonio de Lara) y Miguel Mihura, quien con el tiempo se decantaría hacia sus propias revistas ("LA AMETRALLADORA" y "LA CODORNIZ"). La revista y las tertulias lo pusieron en contacto con otro gran nombre, Ramón Gómez de la Serna, amplio paraguas vanguardista bajo el que se cobijaron los jóvenes autores en sus inicios, influencia que se advierte en imágenes, metáforas, situaciones insólitas de sus primeros escritos, personajes de un mundo no visible...
Aquellos primeros cuentos del joven narrador iban ilustrados por los mejores dibujantes no sólo de la revista, sino del momento: por Paco López Rubio (hermano mayor del joven escritor), Bartolozzi, Barradas, Sileno, K-Hito, Bagaría, Barbero, Xaudaró, Sancha, Tovar, Díaz Antón, Robledano, Sirio, Bon, Pellicer, TONO, Areuger, Alonso (autor de las correspondientes a este cuento), Aristo Téllez, Ramírez y Basilio.
(Fotografía de José López Rubio, en Madrid, 1924)
Al año siguiente, es decir, en 1924, José López Rubio reunió veintiuno (¿tal vez por la cifra de su edad?), en un volumen que tituló CUENTOS INVEROSÍMILES, que nos evoca siempre el de Gómez de la Serna, EL DOCTOR INVEROSÍMIL (1914). Apareció este primer libro suyo en el sello Rafael Caro Raggio, editor casado con Carmen Baroja, cuñado de Pío y Ricardo y padre del futuro historiador Julio Caro Baroja. También con Caro Raggio publicaría su segundo libro, en este caso novela, ROQUE SIX. La relación de López Rubio con los Baroja se consolidó con su participación en el grupo teatral que ellos crearon con el nombre de "EL MIRLO BLANCO". Con ellos representó DON JUAN TENORIO, función en la cual el papel de Brígida lo desempeñó nada menos que Valle-Inclán, y los primeros textos teatrales del jovencito Edgar Neville.
CUENTOS INVEROSÍMILES volvió a aparecer en 2007 en MENOSCUARTO EDICIONES, con un amplio prólogo de Fernando Valls. Al celebrarse el centenario del nacimiento del autor, en 2003, el
ayuntamiento de Motril, su ciudad natal, me pidió un texto suyo, y yo
elegí este por tratarse precisamente del mes de diciembre. Y fue editado
en un folleto por la corporación municipal. Un texto estupendo para felicitar el nuevo año, tomándolo en el enlace
http://joselopezrubio.blogspot.com.es/2016/12/la-uva-numero-trece.html
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